A Coruña celebró el sábado 4 de mayo el Día de la Ciencia en la Calle con la asistencia de un millar de personas, demostrando la responsabilidad de la ciudad herculina con la divulgación científica y la participación ciudadana. La presencia del CITIC un año más en este evento, fortalece su rol como agente activo en la transferencia de conocimiento y tecnología, y destaca su compromiso con la inclusión social y la accesibilidad. 

El CITIC se unió a la celebración con un programa diseñado para fomentar una experiencia interactiva y educativa para todos los asistentes con el foco puesto en las tecnologías inclusivas. Desde temprano y hasta el atardecer, el centro ofreció diferentes actividades estrechamente comprometidas con la innovación, la investigación y la inclusión social. 

El taller de circuitos y luz que dirigieron Adriana Dapena y Paula María Castro, investigadoras del CITIC, ofreció a los participantes una experiencia práctica para comprender los principios básicos de la electricidad y la iluminación. En la carpa principal, los asistentes tuvieron la oportunidad de sumergirse en el mundo de la tecnología adaptativa y la inclusión a través de varios proyectos que fueron explicados por personal investigador del centro. Los chicos y chicas pudieron probar juegos acondicionados para personas con discapacidad, como el Mario Kart en la Nintendo Switch, que cuenta con unas adaptaciones para los mandos hechas en impresión 3D que permitían su manejo a través del tronco o de la cabeza.  

Además, se expusieron otros productos que emplean Makey Makey o micro:bit, de la mano de las investigadoras Betania Groba, Patricia Concheiro y María del Carmen Miranda, como un piano de texturas artesano o un balancín que permite jugar a videojuegos empleando solo el movimiento de las piernas. Esta herramienta funciona como un mando de consola y está hecha a partir de una tabla de equilibrio que normalmente si utiliza para ejercicio físico. “No sabía que se podía jugar al Mario Kart con la cabeza. Es muy difícil para mí, pero es importante que todos los niños puedan disfrutar como lo hago yo”, comentaba entusiasmada Clara, una de las niñas que pudo probar el proyecto de mandos adaptados. 

También se mostraron las HoloLens o el Robobo, el robot que funciona con el teléfono móvil y que fue ideado por investigadores del CITIC para su uso como herramienta educativa en inteligencia artificial y robótica.  

Además de las presentaciones en la carpa principal, el CITIC contó con el proyecto de Raúl Martínez Díaz, un videojuego personalizado para las personas con discapacidad, en el que los participantes debían clasificar y arrastrar diferentes objetos, frecuentes en una casa, al espacio concreto al que pertenecen. Tal y como comentaban los participantes “es una herramienta que permite trabajar las habilidades psicomotrices, así como la concentración, la memoria o la asociación de objetos”. Diego Darriba, investigador del CITIC, empleó un Robot Maqueen para mostrar a los más pequeños cómo el aparato recorría un circuito dándole unas directrices a través de Microsoft MakeCode, una plataforma para aprender a programar en línea.

Los estudiantes del IES Maximino Romero de Lema mostraron el prototipo diseñado como parte del programa Talentos Inclusivos, que está celebrando su cuarta edición. El grupo del centro educativo está trabajando en un comunicador que, mediante un botón, emite un mensaje y, a su vez, proyecta una imagen animada con Inteligencia artificial que puede emplearse para tareas cotidianas, como pedir agua. “El objetivo de este reto es facilitar la comunicación de los usuarios con parálisis cerebral”, tal y como explicó Iván, el alumno de dicho centro. 

Ciencia y tecnología aplicadas al beneficio social

Desde su nacimiento, el proyecto Talentos Inclusivos refleja el compromiso del CITIC con el desarrollo de soluciones prácticas y efectivas para las necesidades reales de la comunidad, al tiempo que acerca la realidad de las personas con discapacidad a la juventud y la sociedad en general. 

También se presentaron proyectos innovadores, como GriDall-e, una adaptación de Manuel Lagos y Paula de Santos, investigadores del centro, para la generación de imágenes con inteligencia artificial. Así, los niños pudieron crear diferentes dibujos con opciones que podían añadir, como el paisaje de fondo, personas o animales, colores de la ropa o expresiones faciales. Francisco Rodríguez, que trabaja en el modelado de personajes en 3D para juegos en el ámbito de las personas con discapacidad, hizo una demostración de una animación de un reno en 3D en el entorno de una de las salas del CITIC. 

En el marco de la jornada, se pusieron en marcha algunas demostraciones de productos diseñados en ediciones pasadas de Talentos Inclusivos, como la pintura con productos de apoyo de cabeza, con el que los chicos pudieron poner la prueba sus habilidades artísticas. 

La contribución del CITIC al Dila de la Ciencia en la Calle es un claro ejemplo de cómo la ciencia y la tecnología pueden ser aplicadas para el beneficio social. Este enfoque, además de promover la accesibilidad y la autonomía personal, subraya la importancia de la investigación centrada en el usuario en el campo de la tecnología, demostrando que esta puede y debe ser diseñada para todos, y asegurando que los avances científicos contribuyan a una sociedad más equitativa e integradora.