Los rectores de las Universidades de A Coruña (UDC) y de Vigo (UVIGO), Julio Abalde y Manuel J. Reigosa respectivamente, junto a Alfredo Ramos, director de R, firmaron esta mañana en la sede coruñesa del operador gallego el convenio para la renovación de la Cátedra R en Ciberseguridad, la primera cátedra interuniversitaria gallega que se creó en 2018 para responder a las crecientes necesidades de conocimiento de esta materia en la sociedad y en la empresa, parejas al desarrollo progresivo de las nuevas tecnologías.

La Cátedra R en Ciberseguridad, hoy renovada, introduce esta vez una novedad sustancial en su programa de actividades, pues desde ahora entre ellas figurará la promoción y fomento de la contratación de prácticas curriculares y extracurriculares del alumnado.

Al tiempo, la Cátedra R mantiene intactos las bases que la sostienen desde hay más de cuatro años para promover el desarrollo de las competencias profesionales del alumnado universitario, mejorar la capacitación y ampliar los conocimientos técnicos y habilidades de los miembros de la comunidad universitaria y de otros profesionales. La meta última es adaptar ese conocimiento a las necesidades de la empresa, fomentando la formación continua, la innovación y la investigación en el área de la ciberseguridad.

Se trata de una cátedra pionera que abrió las puertas a la colaboración entre universidades del territorio autónomo, dispuestas esta vez a trabajar codo a codo con el operador gallego R en la de la seguridad digital.

El rector de la Universidad de Vigo, Manuel j. Reigosa, transmitió su satisfacción por “formar parte de una alianza público-privada en la que se juntan las universidades de A Coruña y Vigo, donde tenemos importantes centros de investigación relacionados con las TIC en general, y contamos con especialistas de reconocido prestigio a nivel internacional. De hecho, “la cátedra ya ha mostrado ser una herramienta excelente para combinar las capacidades en I+D+i de los tres agentes que formamos parte de esta alianza”.

A su vez, el rector de la Universidade da Coruña, Julio Abalde, le agradeció a la empresa R que respalde la continuidad de las acciones promovidas con esta Cátedra R y celebró que esa carpeta se amplíe ahora incluyendo, en las dos universidades, prácticas para estudiantes, actividades “fundamentales de cara a que el alumnado pueda desarrollar su perfil profesional nutriéndose de la realidad laboral”. Además, resaltó la relevancia del apoyo de la Cátedra R al fomento de la investigación y la innovación en seguridad digital en un contexto de incremento de los delitos a través de Internet.

Paralelamente, Alfredo Ramos aseguró que “para R sigue siendo una noticia magnífica darle recorrido la este trabajo compartido con las universidades de A Coruña y de Vigo, una iniciativa que ha marcado un antes y un después en la relación entre los centros universitarios y el sector de las telecomunicaciones gallegas. Queda abierto el camino para que el público y el privado trabajen conjuntamente a favor de la divulgación de conocimiento y experiencia sobre ciberseguridad, ahondando nos sus riesgos y amenazas, desafíos y soluciones. Su relevancia -añadió Ramos- se evidencia de manera exponencial en los últimos tiempos, actualmente en la coyuntura de guerra en Europa y la crisis económica derivada de ella. Tenemos que seguir trabajando para garantizar la seguridad digital de particulares y empresas; y la Cátedra R es una vía idónea para realizar con excelencia este objetivo”.

Prácticas en R y más ciber-retos.

Las universidades gallegas y más R diseñaron una Cátedra a la que ahora le dan continuidad incorporando el capítulo de las prácticas curriculares y extracurriculares en R. Se trata de dos bolsas anuales para la Facultad de Ingeniería Informática de la UDC y otras dos para la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación de UVIGO dirigidas a estudiantes de Grado y de Máster, que pueden incluir la realización del trabajo de fin de grado o de fin de máster (TFG o TFM). La idea es capacitar profesionalmente los/as alumnos/as realizando esas prácticas en R bajo la dirección y supervisión de un/de una tutor/a académico/a del centro donde realizan sus estudios. Para afrontar estos nuevos proyectos, la dotación económica de la Cátedra R aumenta en un 50 % con respeto a la edición anterior. Así, la Cátedra R revalida, por una parte, su vocación de abertura a nuevas líneas de actuación y, por otra, la vigencia de las actividades que la fundamentan (formación, divulgación e investigación).

Además, se mantiene el patrocinio de las Jornadas Nacionales de Investigación en Ciberseguridad (XNIC), que este año celebrarán su VIII edición en el mes de junio para promover, como siempre, el contacto, intercambio y discusión de ideas, conocimientos y experiencias entre la red académica y de investigación, por una parte, y profesionales y empresas por otra.

La Cátedra R seguirá igualmente organizando el concurso Capture The Flag (CTF), el reto de ciberseguridad donde compiten profesionales y/o estudiantes que ponen la prueba sus límites, habilidades y destrezas para resolver los desafíos presentados. La segunda edición de CTF se celebró esta misma semana en el CITIC coruñés con participación telemática de estudiantes del máster de Ciberseguridad de Vigo.

Ciberseguridad, materia troncal de los nuevos tiempos

A seguridad informática es un terreno que se convirtió en imprescindible en pocos años, tanto a nivel particular como empresarial o institucional, pues compromete cuestiones tan sensibles como la privacidad, la protección de los datos de corporaciones de todo tipo y mismo secretos de Estado, por citar tan sólo algunos ejemplos de la amplitud de implicaciones que el término conlleva. La ciberseguridad le afecta al software (bases de datos, metadatos, archivos…), el hardware (equipamientos) y todo lo que, relacionado con la información contenida en los sistemas de una organización, suponga para ella un riesgo en el caso de llegar a manos de terceros, convirtiéndose muchas veces, de este modo, en información privilegiada.

Por eso, para las empresas a ciberseguridad ya no es una cuestión optativa ni un plus o complemento de sus actividades sino un deber que, de no cuidarse adecuadamente, puede comprometer mismo la continuidad del propio negocio. Y, paralelamente, para las personas, que solo con prácticas ‘ciberseguras’ serán quien de proteger su intimidad y de evitar, por ejemplo, la manipulación fraudulenta de sus datos personales y sensibles.

En un entorno cada vez más digital tanto en ámbitos personales como profesionales, es imprescindible a formación de las personas como ciudadanos y ciudadanas digitales responsables, comenzando mismo desde la educación Primaria y Secundaria, como ya reclaman voces del sector de un tiempo a esta parte. Se trata, en suma, de potenciar el conocimiento del universo de la seguridad informática para fomentar vocaciones que se convertirán nos nuestros/as profesionales de la ciberseguridad en un futuro ya presente.